Hacer cosas con nuestras manos es muy gratificante. Admiro profundamente a todos los artesanos y artesanas que crean con madera, telas, fibras vegetales y por qué no también con hierro e infinidad de materiales. Y «jabonear» también puede sentirse como un arte o al menos como una forma de crear y además en este caso productos que van a ser empleados para el cuidado de nuestra piel.

La historia del jabón se remonta a mucho, mucho tiempo atrás, pero quizás ésto os lo cuente en otros artículos que estoy creando sobre jabones y culturas.

De nuevo la motivación para crear estas fórmulas ha sido gracias a la colaboración que me han pedido desde el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida de Arroz de Calasparra para desarrollar un taller sobre «Los usos cosméticos del arroz», dentro de las estupendas  Jornadas que han desarrollado durante la Semana del Arroz en Calasparra, Murcia,  y es que el día 31 de octubre se celebra el Día Mundial del Arroz. ¡Qué maravilloso programa de actividades han desarrollado poniendo en valor los recursos locales e implicando  a muchos de los establecimientos de hostelería de Calasparra!.

Y esta ha sido mi aportación y otras muchas fórmulas más que os he contado en el anterior artículo de este blog.

El taller realizado en Calasparra en al Casa de la Juventud he de decir que ha sido todo un éxito, cubriendo en muy poco tiempo todas las plazas.  ¡Gracias, gracias, gracias!

En el taller propuse realizar un jabón muy sencillo y en cuanto lo saque del molde os compartiré la foto, porque en el fragor del taller con 20 personas se me olvidó hacer una foto de sus creaciones. Esta es la fórmula que hicimos en el taller.

Jabón de Castilla con arroz

Ingredientes para 1700 gr de jabón

1000 gr. de aceite de oliva virgen extra ecológico

200 gr. de aceite de coco ecológico

Agua 370 gr.

Sosa Cáustica del 98 % de pureza 160 gr.

Sobreengrasado 8 %

Concentración 30 %

Lactato de sodio 2 % del peso de los aceites 24 gr.

Citrato de sodio 2 % del peso de los aceites 24 gr.

«Sopa de aditivos», es decir, ingredientes que se agregan en la traza:

Harina de arroz  10 gr.

Crema de arroz 120 gr. ( os cuento en el anterior artículo cómo se hace)

Aceites esenciales, el 1,5 % del total del peso del jabón, en este caso unos 25 gr. aprox, y repartidos entre una base o fijador, una nota de corazón y una nota alta, que han sido: oleoresina de benjuí 17 gr., aceite esencial de lavanda 5 gr. y aceite esencial de limón 2,5 gr.

Observaciones: el agua del jabón puede sustituirse por un agua de arroz y en este caso sería adecuado congelarla para que la sosa cáustica no la queme y mover mucho para asegurarse de que toda la sosa se disuelve muy bien.

¿Cómo lo hemos elaborado?

1. Preparamos el álcalis para que enfríe, y en el agua, antes de agregar la sosa cáustica agregamos el citrato de sodio y el lactato de sodio. El primero actúa como quelante, atrapando los iones metálicos del agua y facilitando así que el jabón se disuleva mejor y no se pegue a las superficies.  El lactato es un fabulos humectante, potencia la espuma del jabón y facilita el desmoldado, en este caso si se nos olvida agregarlo en el agua antes de disolver el álcalis lo podemos agregar una ve haya enfriado la mezcla de sosa y agua.

2. Calentamos los aceites como mucho a 40 º para que se disuelva el aceite de coco.

3. Unimos álcalis y grasas, procurando que no estén por encima de 50 ºC.

4. Una vez conseguida la traza, y como les propuse usar un color óxico ocre en una parte del jabón para simular el dorado de las espigas de arroz, pues tratamos de dejar la traza fluida y le agreamos toda la «sopa de aditivos» y ya sin batir con batidora separamos en dos jarras y cada participante hizo su propio diseño.

Espero pronto poneros la foto de una de las pastillas.

Jabón muy, muy espumoso con arcillas y arroz

Y semanas antes del taller con las maravillosas 20 personas de Calasparra y de algo más lejos (Valencia, Alicante), elaboré en casa esta otra fórmula que os comparto y que espero os guste mucho.

¡El aroma es maravilloso!

Ingredientes para 1.500 gr. de jabón:

Aceite de oliva eco 639 gr.
Manteca de karité eco 160 gr.
Aceite de coco eco 151 gr.
Aceite de ricino eco 117 gr.

Arcilla blanca 17 gr.
Canela en polvo 11 gr.

Crema de arroz 66,2 gr. (arroz cocido)

Sosa cáustica 142 gr.
Agua destilada 265 gr.

Sobreengrasado 7 %
Concentración 30 %

Aceites esenciales 8 gr. de benjuí, 3 gr. de verbena exótica y 2 gr. de canela.

La arcilla y la crema de arroz se agregan en la traza junto con los aceites esenciales.

Si pasáis los datos a la calculadora de saponificación de Mendrulandia vereis que los parámetros salen fabulosos, así es que sólo queda esperar, desde su elaboración, unas 4 a 6 semanas y disfrutar en la piel de este jabón.

¡Ah! Los granitos de arroz son de jabón de glicerina moldeados a mano, así es que cada uno diferente.

Elaboración y maduración del jabón

La elaboración es semejante a lo que os he contado en la fórmula anterior. ¡Ah! En este caso he espolvoreado canela en polvo en una de las capas del jabón y por encima, la verdad es que a pesar de que no me gusta hacer jabones con formas de comer, he de confesar que una vez terminado, el aspecto del jabón y su aroma, ummmm… lo asemejaban a un bizcocho, pero no, no se come.

En este caso la dureza del jabón es algo mayor debido a que contiene más cantidad de grasas saturadas e igualemte  podemos sustituir el agua de la fórmula por un agua de arroz, usándola congelada para evitar que la sosa la queme.

Aquí he empleado citrato, lactato y otro quelante más que es el gluconato de sodio, ¡Os contaré qué tal su eficacia, pues donde vivimos el agua tiene mucha, mucha cal!

¡Gracias de todo corazón por sentir tanta curiosidad como yo o más por aprender del maravilloso mundo de las plantas, las tradiciones, la cosmética natural y la salud holística!

¡Espero que disfrutéis de estas fórmulas!

¡Ah! Y os recuerdo el artículo anterior donde veréis interesantes fórmulas de cosmética natural y sólida para mimar nuestra piel con un fabuloso ingrediente estrella: el arroz.

¡Abrazos silvestres y jabonosos!