Me acompaña desde hace más de 20 años, la Curalotó. En sus orígenes era una humilde crema para rozaduras e irritaciones en la piel a la que llamaba «Crema de caléndula o manzanilla» pues todo dependía de qué planta tenía en ese momento disponible en el jardín.
Poco a poco esta sencilla crema empezó a ganar valor, a tener carácter propio pues se iba enriqueciendo, día a día, con todos los usos que los alumnos y alumnas de mis cursos me van comentando.
«¡Trini, increíble, qué bien le ha ido a mi hija para las manchas de la piel de sus manos».
» ¡Qué bien va para el culito de mi bebé! «
«¡Estupenda para los herpes!»
«¡Increíble, Trini le ha quitado el dolor de rodilla a una amiga a la que se la he regalado!»
«¡Fabulosa para las hemorroides!»
«¡Increible cómo me calmó el dolor de la picadura de una avispa!»
«¡Fenomenal para mi padre que tiene diabetes y sus heridas tardan mucho en curar!»
«¡Yo la he empleado para curar una herida en la pata de un caballo y le ha ido genial!»
«¡Va genial para las escaldaduras de la piel!»
Y así, la humilde cremita de manzanilla o caléndula tuvo que ser rebautizada. ¡Cómo no!, el nombre nació de la inspiración que me proporcionó mi padre, quien me contó que en su pueblo (Pozohondo de Albacete) tenían una planta que lo curaba «tó». Sigo sin saber de qué planta exactamente se trata pero estaba claro que el nombre de esta cremita iba a ser «La curalotó».
Todas esas fabulosas propiedades que le vamos otorgando a La Curalotó, vienen de la perfecta sinergia entre las propiedades antisépticas de las plantas aromáticas, así como de las excelentes propiedades antisépticas, antifúngicas, antiinflamatorias del oleato de hipérico o hierba de San Juan, de ella os contaré interesantes historias más adelante. ¡Ojo! Una importante advertencia, es que la planta del hipérico es fotosensibilizante y su oleato también, por lo que no debemos emplear La Curalotó como crema de día, sólo si es necesario en irritaciones de la piel que no se vaya a exponer al sol.
Aunque muchos ya la conocéis os recuerdo la receta para que la sigáis haciendo en casa y disfrutando de sus generosas virtudes.
La Curalotó
Ingredientes:
Infusión de plantas aromáticas ( 10 ml )
Aceite de oliva ( 30 ml )
Aceite de almendras ( 15 ml )
Aceite de hipérico ( 15 ml )
Cera de abejas ( 6gr )
Vitamina E (tocoferol acetato)1% al fina de la elaboración
Conservante (Cosgard o Geogard) 0,6% al final de la elaboración
0,5 % de aceite esencial de lavanda, espliego o manzanilla (opcional)
Procedimiento:
Se prepara la infusión y se filtra . Para elaborar la infusión poner por cada 100ml de agua destilada, unos 10 gr de planta seca o el doble si es fresca, de una sola planta o bien de la mezcla de varias plantas aromáticas como romero, salvia, caléndula, rabo de gato, tomillo, orégano, ajedrea flores de manzanilla, siempreviva, etc..
Se funde la cera al baño María junto con los aceites vegetales, mezclándolos bien. Si no queréis emplear cera de abejas, podéis conseguir un resultado parecido con cera vegetal de carnauba (Copernicia prunifera).
Una vez fundida la cera junto con los aceites, se retira del fuego y se agrega la infusión de plantas filtrada y caliente.
Se remueve bien el preparado hasta que se enfríe, emplear la batidora. Una vez enfriada agregar los conservantes. Os confieso que yo no le pongo ningún conservante ni antioxidante, para uso propio. Tampoco le agrego ningún aceite esencial, en especial cuando la elaboro para ponerla sobre el culito de un bebé, hemorroides etc..en cambio sí sería interesante el aceite esencial de lavanda para tratar la inflamación y el dolor de la picadura de una abeja o avispa.
- Se conserva durante aproximadamente ocho meses fuera de la nevera y hasta 2 años en el frigorífico.
Y este es el bello resultado de una humilde crema que alivia muchas dolencias de la piel, hecha con amor, dedicada especialmente a todos nuestros mayores, abuelos y abuelas, grandes sabios de los que siempre podemos aprender muchas cosas.
Os invito a que preguntéis a vuestros mayores por sus remedios naturales y si lo deseáis los compartáis con todos en este blog. Juntos pondremos en valor su gran sabiduría.
¡Hola a tod@s! Os comparto una nueva y sencilla versión de La Curalotó, en esta ocasión elaborada con sólo dos de los oleatos hechos en casa, uno el de hipérico macerando las flores frescas en aceite de oliva ecológico y el otro un oleato de caléndulas del Ecojardín, maceradas las flores secas en aceite ecológico de girasol. Por cierto, un oleato también muy interesante con propiedades antiinflamatorias y que prefeiblemente hay que hacer en aceite de oliva sería el de Plantago lanceolata o llantén menor.
¡Mirar qué bello acabado¡
La fórmula:
Infusión de la mezcla de hierbas 10 ml
Oleato de caléndula 30 gr
Oleato de hipérico 30 gr
Cera de abejas 6gr
Vitamina E 1 gr
Como veis no lleva conservante, pero desde luego le podemos agregar 0,5 gr de Cosgard, si no mejor conservarla en el frigorífico.
¡Gracias a tod@s!
Cada día más maravillada con ésta crema, mil gracias ????
¡Gracias a ti por elaborar esta humilde crema y por contarnos tu experiencia con ella!
¡Abrazos silvestes!
Excelente yo también preparo Cremas Naturales para todo tipo de Dolor ????
Lo Natural es lo Mejor
¡Muchas gracias por tu aportación!
Muchísimas gracias por compartir esta fórmula tan interesante
¡Hola, hola!
¡Miles de gracias a ti por ponerla en valor!
¡Abrazo silvestes!
Muchas gracias por compartir con nosotr@s toda esta sabiduría y tradición
¡Gracias a ti por tus palabras!
En breve recibirás un dossier con las «10 super fórmulas de cosmética natural de Corazón Verde», regalo por tu aportación en este blog.
¡Abrazos silvestres!
Hola Maria Trini
Gracias por compartir tus saberes.
Los oleatos son realizados en alcohol o aceites¿
¡Hola, hola Ana! Los oleatos se hacen usando como excipiente los aceites, teniendo diferente capacidad extractiva. De más a menos capacidad extractiva tenemos los aceites de coco fraccionado, girasol, soja, maiz, almendras dulces y oliva.
No obstante, aunque el aceite de oliva es el menos extractivo si es el más antiinflamtorio por lo que depende del oleato que quieras hacer, puede ser muy interesante emplearlo.
¡Abrazos silvestres!